NEONES TEXTURAS SONORAS

Neones -texturas sonoras- utiliza el sonido como canal de expresión creativa. Desde ruidos cotidianos como el sonido de una calle de Buenos Aires o de Helsinki, hasta sonidos producidos por instrumentos musicales o voces humanas, en Neones se utilizan diferentes tipos de materiales sonoros que son superpuestos y crean texturas, patrones y pulsos repetitivos.

Neones busca capturar la energía cruda e indómita del sonido. Sus composiciones entrelazan la complejidad de las texturas sonoras de la vida cotidiana, jugando con las frecuencias y las disonancias para agitar emociones y evocar sentimientos. Así como la reverberación en una sala modifica el sonido original, así Neones busca enriquecer las sensaciones que provocan los sonidos conocidos. En un proceso creativo desenfrenado, guiado por la curiosidad, Neones nos propone adentrarnos en su energía cautivadora.

Neones – Texturas Sonoras

Neones – Texturas sonoras es una instalación sonora en tres movimientos: Neones y Neutros, Tramas y Texturas, y Puntos y Pulsos. La idea es explorar diferentes aspectos del tiempo y la espacialidad, permitir que los sonidos ocupen el espacio y se muevan libremente en todas las dimensiones. Explorar cualidades físicas como tamaño, peso, textura, superficie y color. Los neutros, texturas y pulsos funcionan como contraste de los neones, tramas y puntos. El material sonoro combina sonidos de la naturaleza, de máquinas y de distintas ciudades con sonidos del bandoneón.

Para mí, una textura es una guía, una partitura, un punto de partida. Me encanta ejercitar la sinestesia intentando escuchar prendas tejidas. Compro lana y hago muestras de diferentes puntos solo para ver cómo sonará la textura final. Después de escucharlo en mi cabeza, voy a mi estudio y trabajo en él para convertirlo en una textura de sonido. Si los materiales tejidos sugieren cierto movimiento, frecuencias o duraciones, empiezo buscando las fuentes de sonido que podría usar para lograr lo que escucho en mi cabeza. ¿Qué tipo de textura quiero? ¿Qué tipo de historia sonora quiero contar?

Siempre me han gustado las disonancias, cuanto más incómodas mejor, son como los colores neón o vibrantes, que nunca pasan desapercibidos. Si uno escucha una disonancia el tiempo suficiente, comienza a darse cuenta de los ritmos y movimientos dentro de ella. Es como si la masa sonora se separara y después de un rato realmente pudiéramos diferenciar todos los elementos que hay dentro de ella.

Mercedes Krapovickas, junio 2023