Belleza en ciertas series relegadas

Obras poco vistas de un grupo de artistas argentinas emblemáticas ganan vigencia detrás del cristal de los conceptos de la bióloga feminista Donna Haraway.

Es singular la propuesta del curador Daniel Fischer en su ensayo Pensamiento Situado. Legado, Reinvención, modos y artilugios del olvido, sobre la base de una selección de obras entre seis artistas argentinas emblemáticas. La exposición, en OdA oficinas de arte, plantea un recorrido por ciertas series “re-legadas”, como bien ha dicho el curador, que “han experimentado una particular exclusión o relego que les permitió asumir una parcialidad y una validez singular desde el punto de vista de quien y cuando se produjo”. En parte porque se conocieron a finales de los 90, como el caso de los grabados muy poco exhibidos de Andrea Juan, de sus primeros trabajos sobre papel. En caso porque La Persistencia del Arte, un trabajo en serie de Matilde Marín desarrollado durante una década, que se montó en el extranjero y nunca se vio completa en Buenos Aires. Como pasa en el mismo sentido con la serie de Teresa PeredaEntregas, un registro de los ritos de restitución que llevó a cabo con los lugareños de Tierra del Fuego (2007); Salar de Uyuni, Bolivia y Amazonia (2008) que nunca había estado desplegada como instalación.

OdA es una sala muy dinámica y casi sin divisiones, de modo que el trabajo curatorial se despliega contando con la eficiencia con ciertos artilugios visuales que bien sabe construir Fischer, arquitecto de profesión. Permite una convivencia muy armónica, como sugiere la interesante reunión de obras ya enumeradas que se completan con las de Gabriela GolderJulia Romano Fabiana Barreda. Esa particular disposición espacial le permite elaborar una conexión con lo diferencial de cada una de las seis propuestas que suman edades y trayectorias diferentes, con el pensamiento de la estadounidense Donna Haraway (1944). Reconocida profesora universitaria del programa de Historia de la Conciencia en la Universidad de California, autora de trabajos como Cyborg Manifesto, quien en 1988 propuso un feminismo que podríamos pensarlo dentro de una cierta “objetividad radical”, y un pensamiento situado. Su cosmovisión se puede seguir, dentro de la sala, en los textos del curador con argumentos para cada obra, vuelve a interpelar con las mismas preguntas que la autora elaboró hace más de tres décadas: ¿quién cuenta como “nosotras” en mi propia retórica? ¿Qué identidades están disponibles para poner las bases de ese poderoso mito político llamado “nosotras”? ¿Qué podría motivar nuestra afiliación a tal colectividad?

Podemos citar esa correspondencia en Julia Romano (1978), artista santafecina instalada en La Calera, en las afueras de Córdoba capital, quien usa un concepto muy sensible al estereotipo de lo femenino como es la botánica, las flores. En Cambios de estado (2021) cubre una pared que articula dos espacios con un papel tapiz a gran escala, collage digital a partir de libros de botánica que se confrontan con ramos de flores frescas conservados en floreros. Los distintos cambios de estado a partir de las distintas dimensiones de la imagen. En correspondencia, Haraway dice que escala, tiempo y trayectoria enuncian el estado de la cuestión que denomina multiespecie, señalando un asunto más allá de lo humano en términos de fisicalidad.

Gabriela Golder (1971) se duplica en dos obras diferentes. Una de ellas, ejemplo de una sustitución que surge a partir de la selección de cierto corpus literario utilizado para entrenar una Inteligencia Artificial (AI). En esta seriación se re-materializan las obras completas de tres autores (Dylan Thomas, Paul Celan, Juan L.Ortiz) impresas en una sola página, de modo que sólo pueden verse y mal usando una lupa de mango. Se trata de una operación conceptual que deja en evidencia el límite de nuestra percepción frente a esa totalidad, del mismo modo que Haraway sostuvo que “la miniaturización se ha convertido en algo relacionado con el poder: lo pequeño es más peligroso que maravilloso, como los misiles”.

Fabiana Barreda (1967), quien tiene una formación ampliada como artista en psicología, como Titular de Cátedra de Psicología del Arte en la UNTREF, acopla sus experiencias creativas desarrolladas por años que relacionan hábitat, cuerpo y consumo en una gran pared donde hay muchos años acumulados de obra junto a lo más reciente. Fischer sugiere que Donna Haraway también nos invita a pensar que los seres humanos, como cualquier otro componente o subsistema, estarán localizados en un sistema arquitectural cuyos modos básicos de operación son probabilísticos. En esta “red informante y fluctuante de formatos y lenguajes, el avisaje encuentra una forma de sitiar el lugar del cuerpo y el espacio que ha tenido en el mundo contemporáneo”.

Andrea Juan, además de sus grabados, expone aquí lo que con gran vigor ha iluminado, sus icónicas fotografías de instalaciones con proyecciones, telas y objetos, creados en entornos naturales de la Antártida y otros magníficos escenarios, preanunciando la degradación del mundo más puro y menos habitado del planeta. Hay belleza en Nuevo Edén 4862 (2012), Nuevas Especies III (2011) y Girasoles VIII (2005).

Suma la distribución de la serie completa de Matilde Marín, artista viajera con su cámara de registro a cuestas y su archivo de fotos tomadas en distintos viajes, quien logra una articulación, un sesgo entre fotos de muchos tipos tomadas en muchos lugares pero que permiten incluirlas en un grupo, así en Joseph Kosuth, registro fotográfico en Centro Georges Pompidou, Paris 1998 o en Sarah Thornton, registro fotográfico en la entrada de la Galería AFA, Santiago de Chile 2004 o Soledad Lorenzo, registro fotográfico en las calles de La Habana 2000, la palabra ARTE aparece como tanto como persistencia como singularizando procesos de cierta calidad.

De la miniatura que debe ser visualizada con una lupa personal, al cuerpo suspendido en una animación hipnótica que copia los videojuegos, de los restos de un intercambio de tierras de las manos de campesinos a las de la artista, en un despliegue donde la “naturaleza” es visitada como una escenificación, pasando por la vanitas permanente de la instalación de Romano, un curioso intercambio de miradas dirigidas a un corpus de obra con claves de interpretación muy bien sugeridas.

Pensamiento situado… – VV.AA.

Lugar: OdA, oficinas de arte, Paraná 759, piso 1
Horario: lun a vie de 15 a 19
Fecha: hasta el 15 de septiembre
Entrada: gratuita

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