Mónica

FIERRO

arte textil y collage

Mónica

FIERRO

BIOGRAFÍA

Mónica Fierro nació en Córdoba en 1963. 

Sus primeros estímulos en arte son en la escuela primaria: las danzas clásicas y las artes plásticas. En 1980, se muda a Buenos Aires para seguir estudios de ballet.

 

De 1992 a 1999 en Holanda e Inglaterra, asiste a talleres de Arts & Crafts. De regreso a Buenos Aires estudia con Cristina Dartiguelongue, Tana Sachs, Marian Cvik, Osvaldo Decastelli.

Actualmente asiste al taller de prácticas artísticas ISO, dirigido por Marcolina Dipierro y Cecilia Ferrari.

 

Premios y participaciones

 

2022 –  6° Bienal de Areatec, Salón Artes Visuales, NBCH, Chaco. 

2021 –  14° Premio Pintura Bancor. 

2019 –  Primer Premio, Salón Pequeño Formato MUMBAT.

2017 – Salón Nacional de Artes Visuales, TEXTIL, Mención honorífica.

2015 –  Salón Artes Visuales MACA, Junín, Mención honorífica.

2013 – Primer Premio Adquisición, Arte Sacro MUMBAT, Tandil. 

2011 –  6° Concurso de Pintura UADE, Tercer Premio; Salón Fundación Avon, Segundo Premio. 2009 –  Primer Premio Adquisición Bienal Textil, Museo Eduardo Sívori. 

Participa del Salón Nacional de Artes Visuales (2009, 2010, 2011, 2012, 2013)



Muestras

 

2022 – London Art Fair, Jaggedart Gallery, Londres. MAPA; OdA galería, Buenos Aires.

2021 – Guardiana de dos mundos. Museo Municipal de Bellas Artes Carlos Alonso, General Villegas. 

2020 – London Art Fair, Jaggedart Gallery, Londres. Muestra individual, Mumbat, Tandil, Buenos Aires.

2019 – Traducción, muestra individual en OdA galería, CABA. Museo de Arte Contemporáneo, Unquillo. On the same page, Page Turner, Jaggedart Gallery, Londres. 

2018 –  El Bien plegar, Jawerbaum/Fierro, ICANA. 

Invitada como Jurado en el Salón de Artes Visuales del MUMBAT. Bienal Textil, Museo Eduardo Sívori y en  6° Premio Arte Único, Fernet Branca.

MANIFIESTO

Acerca de la obra de Mónica Fierro por Osvaldo Decastelli, 2019

Mónica Fierro a través del libro como objeto emprende una tarea de traductora del pasado al presente con plegados, textos impresos y de hilos. Con estos elementos el discurso de su obra se apoya en la psicología positivista, fundada entre otros por Martin Seligman quienes consideran que la felicidad auténtica es el fruto de la suma de lo que son las actividades y emociones positivas. Oriunda de Córdoba en su adolescencia estudia danza en Buenos Aires, años después vive en Holanda e Inglaterra para regresar nuevamente a Bs. As. donde se forma en el lenguaje de las artes visuales. Desde el 2009 su obra es atravesada por libros con historias de vida donde sus hojas amarillentas por el paso del tiempo toman un protagonismo buscado. En su primera etapa Mónica Fierro se sumerge en los mundos desconocidos de los lectores del pasado, plegando las hojas al modo de origami creando piezas monocromas en tres dimensiones sumamente sugerentes. En una etapa posterior utiliza el libro convirtiéndolo en verdaderas escenografías donde personajes que entran y salen escenifican historias. Pasa de una etapa sensorial y opulenta a otra austera, enrollando pequeños trozos de las hojas con los que construye obras con volumen escultórico de gran presencia, hasta que abandona el libro y comienza a rescatar las páginas y sus textos, donde vuelve a contarnos historias con hilo, aguja y papel. Mónica Fierro nos aloja en un mundo en el que hay que detenerse, sin estridencias donde historias sin mácula alguna dejan transcurrir el tiempo.

Acerca de la serie Recortes

Deshacer-rehacer-deshacer-rehacer, es no sólo una manera de expresión del arte contemporáneo sino probablemente el fundamento de determinadas existencias.

Volver a visitar antiguos y, según el sentido común, inutilizables libros. Volver a verlos, volver a tocarlos implica volver a darles un sentido, un uso.

En esta serie, tomo libros de catedrales góticas y hoteles de París (circa 1890/1920), de Historia General del Arte (edición 1935). Recorto sus hojas con tijera, a veces rescato el color y otras dejo el blanco con sus manchas de hongos y el paso del tiempo. 

El material que uso es siempre el papel de libros ya descartados.

Recortados creando nuevas lecturas quizás.

Volumen y movimiento siempre presentes en mis obras.

OBRAS de arte

ACERCA DE la serie Nuevos Mundos

Deshacer-rehacer-deshacer-rehacer, no solo un mantra contemporáneo, sino probablemente el fundamento de determinadas existencias: allí donde el ojo se encuentra con algo, allí re-surge algo; allí donde la mano toca algo, brota una sensación. Volver a visitar antiguos y, según el sentido común, inutilizables mapas, volver a verlos, volver a tocarlos, implica volver a darles un sentido, un uso. Los mapas, se sabe, son ficciones científicas, cálculos precisos de lo real que se transforman en algo irreal para guiar nuestra realidad: volver a convocar esas viejas ficciones, esos viejos cálculos, que marcaron el pasado, y volver a ordenarlos, volver a verlos, forma la elaboración de estas obras.

#MASDECERCA

MÓNICA FIERRO

Artista textil, trabaja con libros en desuso. Oriunda de Córdoba vive y trabaja en Buenos Aires. Hoy nos cuenta su rutina e inspiraciones.
¿Contás con alguna rutina que te ayude a enfocarte en tu trabajo?

Me levanto a eso de las ocho, pongo música jazz en mi micro taller que está en casa y allí me quedó un rato, viendo lo hecho el día anterior mientras tomo mucho té Earl Grey, me encanta!
Luego comienzo a intervenir algunas hojas con hilos, a recortar flores, a ensamblar los «rollitos» que tengo de diferentes tamaños, o simplemente me quedo mirando por la ventana los árboles y la gente que pasa, en estos días poca.

Cuando estoy con obras de formatos más grandes me traslado al playroom, al balcón, hasta en el living he tenido obras! Esto me gusta porque lo hace más dinámico también, y es una excusa para conversar con mi familia y no aislarme como lo hago a veces.

¿Dónde encontrás tu inspiración?

Hace unos años uno de mis hijos me regaló un libro con Haikus. Creo a partir de allí mis obras con hojas y bordados tomaron otro vuelo. La poesía también me inspira. Y luego, la ópera, el ballet… sobre todo cuando trabajo con los libros plegados, intervenidos. Me gusta decir que se convierten en escenarios.

¿Quién fue tu mentor o mayor inspiración?

No podría hablar de un mentor, pero admiro a mucha gente que está involucrada con las artes visuales.
La perseverancia de algunas bailarinas ha calado profundo en mí. El trabajar a diario sobre algo en particular, el equilibrio por ejemplo.

¿Cómo llegaste a trabajar con papel e hilo?

El hilo desde que tengo uso de razón ha estado presente en mi vida. Desde bordar en el colegio, con mis abuelas, una tía tucumana. El hilo de coser, el más común de todos, lo redescubro al querer bordar las hojas de los libros. Este material me viene acompañando hace varios años y por su fragilidad requiere de mucho cuidado. Así sin más comienzo con algunas líneas, puntos, de forma muy sutil, muy tenue.

¿Estás trabajando en un nuevo proyecto?

Podría decir que sí, en hojas de libros donde las manchas que ya tienen por los años toman protagonismo y las intervengo apenas usando un hilo negro, gris y algunos rosas y morados. Son variaciones y como dice mi hija, sin propósito alguno, es así que fluyen y aparecen sin más, sólo gozando de lo que surge en cada hoja.

Habiendo tantas ramas en el mundo del arte, ¿Cómo fue que encontraste lo que te gusta hacer?

No lo sé! Creo es algo innato, es lo que te hace vibrar y en algún punto te das cuenta y ya; «la felicidad».
Siempre amé el collage, la mezcla de materiales, el volumen. La opulencia a veces, y otras la austeridad.

¿A quién recurrís cuando necesitás una segunda opinión?

Mi familia. Están allí para hacerme observaciones acerca del trabajo que realizo. No son críticos de arte pero me conocen mucho!

Luego depende del momento, si estoy con una muestra, si estoy «enroscada» con algún tema de técnica, o si simplemente quiero hablar con alguien que conoce mi recorrido, Osavaldo Decastelli tiene el buen ojo y sensibilidad para hacer algún comentario si se lo pido.

Dentro de tus años de carrera, ¿Qué logro es el que más te enorgullece?

No hay uno solo!
Que mis obras hayan sido aceptadas en convocatorias donde el hilo y papel no se habían visto hasta ese momento, me alegra y mucho, esto impulsa a otros artistas a presentar «textil» en ámbitos diferentes.
Y como reciente la muestra Traducción que estuvo en OdA y en marzo de este año también en el Mumbat (Museo Municipal de Bellas Artes Tandil), y espero pueda seguir viajando, pero mientras tanto avanzo, sin prisa, con pocos elementos, casi como un Haiku.

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